Alrededor de 1750 don Ignacio de la Carrera, padre de los
hermanos Carrera, adquiere las tierras que formarán más tarde la Hacienda San
Miguel de El Monte.
Aquí es donde don
José Miguel Carrera planea la
independencia y conquista el poder en
1811.
En esta hacienda, la Señora Javiera Carrera borda la primera
bandera chilena, de colores blanco, azul y amarillo. Éste úlitmo color,
inspirado en los trigales de El Monte
La pileta es de la
época y fue impresa en los billetes de 5 escudos.
Todavía se conserva en forma intacta.
Desde el 2000, se celebra el día del Patrimonio, visitando
la Hacienda en este día y recreando la época con personas vestidas a la usanza
de ese periodo.
A 50 kilómetros de la capital, las calles y casas de estilo
colonial de El Monte aún conservan el aire de pueblo antiguo en el que
crecieron los hermanos José Miguel, Javiera, Juan José y Luis Carrera. Allí
está erguida e intacta la casa que fue testigo de sus hazañas para liberar a
Chile del yugo español y donde una de las primeras mujeres patriotas bordó la
bandera de la Patria Vieja.
Hacienda San Miguel: la casa de los hermanos Carrera
A metros de la plaza principal de El Monte está la Hacienda
San Miguel, que fue entregada a la familia Carrera como dote en 1773. Alta,
grande y acogedora, conserva intactos sus muros de 90 centímetros de espesor,
así como una pileta que según la tradición fue donde bautizaron a don José
Miguel.
Hoy vive allí Francisco Correa, quien la heredó de sus
padres y habita en ella desde 1940. Correa no da crédito a esa leyenda, lo que
no le quita el valor histórico a la fachada de su casa ni a la famosa pileta,
ambas impresas en los billetes de cinco y cien escudos, de los cuales siempre
guarda un ejemplar en su bolsillo.
Monumento Nacional desde 1974, la hacienda abre sus puertas
a la población cada año para el Día del Patrimonio Nacional. Allí revela sus
tesoros, como una cama que data de la época en que los Carrera la habitaban,
los jardines donde corretearon de niños que luego se convertirían en patriotas
o el lugar donde Javiera bordó la primera bandera de la Patria Vieja, la que
fue diseñada por José Miguel Carrera e izada por primera vez en una cena
ofrecida a Joel R. Poinsett, el 4 de julio de 1812, en conmemoración a la
independencia de los Estados Unidos de América.